Durante el periodo Sengoku, un hanyō llamado Inuyasha había robado la perla de las cuatro almas con el objetivo de convertirse en un yōkai completo, sin embargo, su plan es frustrado debido a que una sacerdotisa llamada Kikyō, utilizando sus últimas fuerzas, le disparó una flecha sagrada, clavándolo en el árbol Goshinboku, dejándolo paralizado y dormido mientras que la sacerdotisa, antes de morir, había pedido que su cuerpo sea quemado junto con la joya.
Luego de 500 años, en el Japón contemporáneo, Kagome Higurashi, una adolescente de 15 años, es atrapada por un monstruo cuyo espíritu estaba sellado dentro del Pozo devorahuesos del templo Shinto en donde ella vive, ya que su abuelo lo cuida, transportándola a la era Sengoku, en donde conoce a Inuyasha y descubre su situación actual relacionada con la Shikon no Tama.
En un incidente provocado por un cuervo y la ayuda de Kagome, la joya fue destruida en miles de fragmentos, que volaron y posteriormente desaparecieron en distintas partes del territorio. Debido a esto, Inuyasha y Kagome tienen la misión de recuperar los fragmentos de la perla antes de que monstruos malignos se apoderen de los pedazos de esta, lo que provocaría varias catástrofes.
Durante su recorrido, Inuyasha y Kagome conocen, en orden, a Shippō, Miroku, Sango y Kirara, quienes por situaciones diversas y relacionadas con el pasado de cada uno de ellos, se unen en la búsqueda de los fragmentos de la Shikon no Tama para evitar que caigan en las manos de Naraku, principal antagonista de la serie.